Y por fin llego el día más esperado: día de descanso, de tiempo libre, o … ¡de visitar Roma!

La condición era trabajar un poquito hasta la hora de comer y a partir de ahí seriamos libres.El tema del día: los derechos de la infancia.

Revisión sobre la convención que los protege y pequeña discusión acerca de derechos no reconocidos y más cosas. Para terminar tuvimos que investigar a fondo sobre violaciones de los derechos, sus causas, orígenes e impacto. Y todo ello debia haber sucedido en nuestros paises de origen (a saber, Marruecos, Tunez, Francia, Italia, Rumania y Euskadi). Aunque tambien hubo un grupo de gente que preparo una minibiografia de personas que han luchado por los DDHH (Gandhi, Mandela, etc.).

Terminada la sesión, pusimos rumbo para Roma con súper Luca, uno de los trainers italianos que se ofreció a hacernos un pequeño tour por Roma para no dejarnos nada de nada en el tintero. Y la verdad es que no pudo ser mejor, aparecimos en Roma con una de las vistas más impresionantes que jamás hayamos visto; el coliseo romano. Increíble. Después de patearnos toda la ciudad esquina por esquina – il Vitoriano, Piaza Spagna, Piaza Navona, Piaza del popolo, Panteon di Agripa, il Pincho, il parlamento…- y de comprar un poquito de pasta italiana para llevarnos a Bilbao, volvimos al cámping con muchas historias y anécdotas en la mochila.

No sólo os contamos lo que estamos haciendo, también prometemos que nos llevamos más cosas de Roma de las que nos esperábamos, y que por supuestísimo, compartiremos con todo el que lo quiera.

A domani, amici.Bella pe voi.

Llegado el jueves, llega el trabajo serio. Después de un día de presentaciones y llegadas, hoy jueves ya tocaba meterse en materia de derechos humanos.
La mañana la dedicamos a hacer una pequeña introducción histórica en el mundo de los derechos humanos (desde Babilonia hasta la creación de la Declaración universal). También dimos nuestros primeros pasitos con los distintos artículos que la componen.

Pasada la hora de comer también empezamos a explorar la herramienta COMPASS, un manual con actividades para trabajar los derechos humanos en la educación no formal. Trabajamos a través del role playing y otras metodologías los temas de la pobreza y la discriminación.

¡Ah! Y tuvimos la oportunidad de dar una miniclase de euskera a nuestros compañeros. Ya se oyen egun ones y eskerrik askos por el camping.

Después de la cena, en la que por cierto por fin hemos probado la archiconocida pizza italiana, tocaba la feria de asociaciones y la noche intercultural. Allí presentamos Kiribil Sarea y Euskal Herria. Una pequeñas referencias al paisaje cultural y lingüístico del que venimos, un poquito de música y la oportunidad de probar una de las creaciones gastronómicas mas cercanas a la juventud: el kalimotxo (historia incluida)

El día ha comenzado con un gran desayuno buffet, que nos ha servido para coger fuerzas para el duro día que nos esperaba.

Sin darnos cuenta  hemos llegado a la cena, después de conocer a gente muy  diferente, de diversas partes del mundo.  No han sido pocas las dinámicas hechas para conocernos e introducirnos en temas como la educación no formal, Youth Pass y como no, los derechos humanos (¡Y hasta les hemos enseñado un par de euskal dantzas y palabrillas básicas en euskera a nuestros compis internacionales!).

El día ha acabado con una noche internacional en la que hemos hecho diferentes actividades para conocer un poquito más la Bella Italia, sus ciudades, y por supuestísimo, su genialísima comida. Y entre vino, pasteles y música nos ha dado la media noche, bailando la samba y cantando canciones de Ska-P con nuestros colegas italianos.

Arrivederci,

Los ocho fantásticos por Roma.

Bueno, pues después de casi medio día entre aeropuertos, autobuses y maletas, ya estamos dando guerra por Italia. Después de dos horas y media de viaje, la gente italiana nos ha venido a recoger al aeropuerto, cartelito y todo (lo del cartelito ha sido un puntazo, nos ha hecho sentirnos muy importantes la verdad).

Aunque hemos cenado muy pronto,la cena ha sido poco más que genial. Un diez a la pasta italiana, y al queso, y a todo lo que sea comestible. Como buenos euskaldunes que somos, no hemos dejado ni las migas. ¡Que se note de donde venimos!

El sitio donde nos alojamos es un cámping super gigante, o al menos esa sensación nos ha dado, ya que no hemos tenido oportunidad de ver mucho más (pero don’t worry, lo exploraremos de arriba a abajo, y no habrá esquina que Euskal Herria no pise). Dormimos en bungalows, pequeñitos pero graciosos, aunque todavía no los hemos pisado más que para dejar as maletas, ya que el bar del camping nos estaba llamando prácticamente a gritos.

La gente muy simpática, ya tenemos amigos italianos, y aunque mañana madrugamos, estamos contentos.

Seguimos vivos.