Cuando comencé como voluntaria en Bilbao, enfrenté desafíos que pusieron a prueba mi trabajo. Pero gracias a la comunicación y la adaptabilidad, superamos esos obstáculos juntas.
Aprendí que trabajar en equipo y ser flexible es fundamental. Aunque empezamos con dificultades, logramos hacer una diferencia positiva en las vidas de los niños y adolescentes a los que ayudamos. Al asumir este papel, me embarqué en una misión para tener un impacto positivo en la vida de los jóvenes, sin saber cuánto influirían profundamente en la mía.
De esta experiencia, aprendí lecciones invaluables sobre la resiliencia, la adaptabilidad y la fuerza de la comunidad. Descubrí la importancia de la comunicación abierta para superar los desafíos y el poder transformador de la colaboración. Este viaje me enseñó que incluso ante la adversidad, con determinación y una red de apoyo, podemos lograr cosas notables. Estas lecciones me acompañarán, guiando mis futuros esfuerzos y recordándome el impacto profundo que podemos tener cuando trabajamos juntos hacia un objetivo común.
Mil esker!
Matina



